Crear una cultura de respeto es el primer paso esencial en el camino de una organización de atención médica para convertirse en una organización segura y de alta confiabilidad que brinde un entorno de apoyo y educación y un lugar de trabajo que permita al personal participar con entusiasmo en su trabajo. Una cultura de respeto requiere que la institución desarrolle métodos efectivos para responder a episodios de conducta irrespetuosa al mismo tiempo que inicia los cambios culturales necesarios para evitar que ocurran tales episodios.

Tanto responder como evitar la falta de respeto son desafíos importantes para la Dirección de la organización, que debe crear las condiciones previas para el cambio, liderar el establecimiento y la aplicación de políticas, permitir la participación de los trabajadores de primera línea y facilitar la creación de un entorno de aprendizaje seguro.